Leí en la prensa que un Juzgado de Madrid ha ejecutado el desahucio de la sede
de la ONG Paz Ahora, situada en la calle Princesa de Madrid, por el
impago del alquiler durante diez meses, a pesar de las protestas de unos cuantos activistas, que han intentado impedir la entrada
de la comisión judicial. El presidente de la ONG, dedicada a proyectos
de ayuda al pueblo palestino, Julio Rodríguez Bueno, ha permanecido
dentro de la sede mientras un cerrajero cambiaba la cerradura y la
comisión ordenaba a una empresa de mudanzas que vaciara el inmueble bajo
la vigilancia de varios agentes de la Policía Municipal.
"No hemos
conseguido negociar nada para evitar el desahucio; los policías no dejan
subir a nadie", ha indicado la abogada de la ONG, Pilar Rodríguez
Bueno, quien ha explicado que han pedido a la Comunidad y al
Ayuntamiento de Madrid que les cedan un local "gratis o barato" para
seguir con los proyectos en marcha. "También estamos buscando que otras
asociaciones nos dejen un hueco para estar; se trata de buscar otro
domicilio social económico y cuando haya dinero pagar la deuda que
tenemos aquí", ha señalado la letrada a los medios de comunicación
concentrados frente al número 80 de la calle Pricesa.
"En
tiempo de crisis, la cooperación es más necesaria que nunca y este caso
es el reflejo de una situación que están viviendo muchas organizaciones
por falta de pago de las administraciones, lo que provoca que sus
trabajadores vivan en una precariedad tremenda y que la cooperación se
esté poniendo en peligro", ha opinado. El presidente de la ONG ha
mostrado su intención de pagar las deudas cuando reciba las subvenciones
pendientes de cobrar, por parte del Gobierno vasco, del Parlamento
andaluz, y de varias Diputaciones provinciales.
No
he visto que ningún medio valore la noticia. Todos la trasmiten de
forma descriptiva, sin aportar su opinión. ¿A nadie le parece inadmisible que la sede de esta ONG esté en la calle Princesa? Si por diez
mensualidades debían quince mil euros, eso quiere decir que pagaban
1500 euros al mes de alquiler. ¿No podrían haber encontrado otro más
barato en una zona menos exclusiva de la capital madrileña?
También llama la atención que cuando les retiran las subvenciones públicas no tengan dinero para autofinanciarse. ¿No tienen socios que mantengan la ONG con sus aportaciones? Y es que la crisis deja ver las incongruencias de un sector público que sostiene multitud de organizaciones poco eficientes que dedican gran parte de sus recursos a su organización en vez de hacer la labor que ellos mismos se encomendaron. Igualmente, con la actual crisis muchos festivales musicales o cinematográficos están desapareciendo. ¿Desaparecen todos? No, solo aquellos con muchas pérdidas. Deberíamos preguntarnos por qué tienen pérdidas. Tal vez tienen muy poco público, por lo que podríamos pensar que no ofrecen contenidos muy interesantes, o bien tienen una mala gestión que hace que aunque tengan ingresos, los gastos sean mucho mayores. De cualquier modo, algo no marcha bien cuando una institución no está respaldada por el favor y las aportaciones de sus miembros y afines.
También llama la atención que cuando les retiran las subvenciones públicas no tengan dinero para autofinanciarse. ¿No tienen socios que mantengan la ONG con sus aportaciones? Y es que la crisis deja ver las incongruencias de un sector público que sostiene multitud de organizaciones poco eficientes que dedican gran parte de sus recursos a su organización en vez de hacer la labor que ellos mismos se encomendaron. Igualmente, con la actual crisis muchos festivales musicales o cinematográficos están desapareciendo. ¿Desaparecen todos? No, solo aquellos con muchas pérdidas. Deberíamos preguntarnos por qué tienen pérdidas. Tal vez tienen muy poco público, por lo que podríamos pensar que no ofrecen contenidos muy interesantes, o bien tienen una mala gestión que hace que aunque tengan ingresos, los gastos sean mucho mayores. De cualquier modo, algo no marcha bien cuando una institución no está respaldada por el favor y las aportaciones de sus miembros y afines.